No me acuerdo de su nombre pero me lo encontré en el Tajín... de hecho el me llamó de una manera graciosa, iba pasando cual turista en ruinas arqueológicas y me dice con voz tipo yucateca: Oie!, ¿por qué cortaste todostuscabeios?... la pregunta inocente y desinhibida, me encantó y lo único que atiné decir fué: lo que pasa es que estornudé bien fuerte y se me cayeron... pelando aún más lo ojos me vuelve a preguntar lo mismo no muy contento con la respuesta... Esta foto es de él tratando de ver su foto en la lente, como se lo sugerí. Su cara se parece demasiado a las personas esculpidas en un mural a la entrada del Tajín, no han cambiado mucho, sigue siendo un niño encantador como cualquier otro.
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